Nunca me había sentido tan vacío como en este momento de mi vida. He estado lidiando con la depresión desde el último noviembre. Me he aislado de las personas que amo y me he refugiado en el trabajo. He buscado apoyo y lo he recibido. Continúo haciendo mi mejor esfuerzo. Quiero sanar.
Como es costumbre escribo
esta reflexión anual, no con el fin de juzgar mi vida, sino de hacerme
consciente de mis procesos.
Usualmente espero mi cumpleaños
con mucha ilusión, este año ha sido diferente. Me ha costado salir de la cama,
prepararme un desayuno y alistarme. Aún no estoy 100% claro de lo que me trajo
hasta acá, aún estoy intentando averiguarlo, pero creo que han sido varias
cosas. Me he culpado un poco, estoy intentando no hacerlo.
Los 24 años están
llegando a mi vida en un momento en el que me siento realmente roto. Se que este
proceso no durará para siempre, nada lo hace. Si algo desean obsequiarme, que
sea amor y luz, lo necesito.
“En lugar de
resistirte a los cambios, ríndete. Deja que la vida esté contigo, no contra ti.”
- Shams Tabrizi
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